jueves, 31 de julio de 2014

S.S. San Pío X (1903-1914)

Anhelaba la paz mundial, y sabía que sólo en Cristo, 

ésta podía ser verdadera y duradera

  • Nació en una familia pobre, humilde y numerosa, Giuseppe Melchorre Sarto vino al mundo el 2 de Junio de 1835 en Riese, Italia. desde pequeño se mostró muy afanoso para los estudios, siendo esa inquietud la que le llevaría a aprovechar muy bien la enseñanza del catesismo.
  • En 1850 ingresa al seminario de Padua, para ser ordenado sacerdote del Señor el 18 de Septiembre de 1858, distinguiéndose -además de su gran caridad para con los necesitados- por sus ardorosas prédicas. us oyentes percibían el especial ardor de su corazón cuando hablaba de la Eucaristía, o la delicadeza y ternura cuando hablaba de la Virgen Madre, o recibían también sus paternales correcciones cuando se veía en la obligación de reprender con firmeza ciertas faltas o errores que deformaban la vida de caridad que debían llevar entre sí.
  • El padre Sarto sería ordenado Obispo, rol en el que se distinguiría también -y de modo ejemplar- por la práctica de la caridad.
  • En 1893, León XIII le concedió el capelo cardenalicio y lo trasladó a Venecia. Daría muestras de ser un celoso pastor y laborioso "jornalero" en la viña del Señor. En ningún momento cambió su modo de ser: siempre sencillo, siempre muy humilde, siempre ejemplar en cuanto a la caridad. Es mas, a mayor "dignidad" dentro de la Iglesia ( primero como Obispo, luego como Cardenal), mayor era el celo con el que se esmeraba en la práctica de las virtudes cristianas, especialmente en el humilde servicio para con quienes necesitacen -de una o de otra forma- de su pastoral caridad.
  • El 20 de Julio de 1903, el Cardenal Giuseppe Sarto sería el nuevo elegido por el Espíritu Santo para guiar la barca de Pedro.
  • Murió el 21 de Agosto de 1914 después de 11 años de pontificado.
  • La fuerte preocupación del Papa por la santidad de tosdos los mienbros de la Iglesia es lo que le llevaría a impulsar algunas reformas al interior de la misma.

" ...No escatimaré ni cuidado, ni trabajo, ni ardientes plegarias 
por la salvación de las almas.
Mi esperanza está en Cristo".
                                                                                   SAN PIO X